De portafolios a portanotebooks: cómo cambió la forma de movernos
Y cómo el cuero argentino supo adaptarse sin perder su esencia.
Nuevas generaciones, nuevos hábitos
Hace 30 o 40 años, ir a trabajar implicaba un pequeño ritual: ponerse el traje, tomar el maletín, ajustarse los guantes y, con suerte, combinar todo con un sombrero. La ciudad era más formal, el movimiento más previsible. El cuero acompañaba ese universo con productos clásicos, robustos, de líneas rectas y propósito bien definido: contener papeles, mantener orden, transmitir autoridad.
Hoy, la escena es distinta. La rutina es híbrida, los entornos más informales, y la oficina puede estar en una cafetería, en casa o en una terminal de colectivo. El cuerpo pide comodidad, y los objetos —también— se rediseñan. Ya no se trata solo de transportar, sino de adaptarse.
Diseño funcional con raíz artesanal
Esta transformación en los hábitos y estilos de vida no es superficial: redefine los objetos que usamos todos los días. Y el cuero, como material versátil y noble, tiene el desafío de seguir vigente sin perder su carácter.
En Buona Terra entendemos el diseño como un puente entre el pasado y el presente. Por eso, seguimos fabricando piezas con líneas clásicas, elegantes, que evocan ese universo formal donde nació la marroquinería de oficina. Para quienes buscan esa presencia sobria y profesional, creamos modelos como Romero y Roble.
Pero también sabemos que las nuevas generaciones ya no salen al mundo con maletines, sino con mochilas. Personas que necesitan moverse con comodidad, llevar tecnología, adaptarse a entornos diversos y —aun así— mantener estilo. Para ese ritmo, diseñamos mochilas como Jacinto y Nogal, con estructura reforzada, distribución inteligente del espacio y una estética contemporánea.
También lo casual tiene diseño
No todos los días son de oficina. Para quienes prefieren salir con lo justo, sin renunciar al cuero ni a la identidad visual, creamos morrales compactos como Tilo o Trébol.
Son livianos, funcionales y acompañan con discreción. Ideales para la ciudad, el viaje, los momentos de ocio o las tareas del día a día. Porque lo práctico también puede ser duradero, estético y parte de un modo consciente de habitar lo cotidiano.
Cuero argentino para una vida en movimiento
Creemos que el cuero tiene todavía mucho para decir en un mundo de velocidad y cambio. Su textura, su aroma, su resistencia, su historia… siguen siendo valores diferenciales. Lo que cambia es el cómo: cómo se usa, cómo se piensa, cómo se diseña.
Y ahí es donde aparece la innovación. No en negar la tradición, sino en proyectarla. En Buona Terra, diseñar el futuro también es una forma de cuidar lo que somos.